Último
post de este año... La verdad es que estos meses no me he prodigado
mucho por este blog. Las exámenes y el trabajo me han apartado de
cualquier tipo de distracción, jejeje. A ver si el año que viene
inmerso en plenas prácticas y sin nada que estudiar puedo sacar
tiempo los fines de semana y volver a comenzar a publicar
semanalmente como hacía al principio. Bueno, vayamos directos al
tema.
Siempre
he sido Nintendero y lo vivo como si fuera una religión, aunque eso
no quita para que secretamente desee juegos de la competencia. Con la
NES y mi Gameboy portátil iba bien servido pero de repente emergió
la Mega Drive de Sega con sus 16 bits de potencia y me maravilló. De
hecho, mis juegos pirata y hacks favoritos son las versiones de
juegos de Sega para la NES como el “Sonic 6” para Gameboy
y el hack “Wonderboy” para la NES. Sin embargo cuando uno
es un niño no dispone del capital suficiente para convertir su
pasatiempo favorito en un hobbie (con 100 pesetas de paga poco podía
hacer). Años después, pude resarcirme de mi no compra de una Mega
Drive.
Dando
una vuelta con mi padre por el Carrefour acabé como siempre en la
zona de videojuegos. Pero en vez de fijarme en las consolas del
momento me acabé fijando en una especie de mini consola en la que
predominaba la marca Sega en su carátula. Se trataba ni más ni
menos que de una mini Mega Drive que contenía seis de los arcades
más míticos de la historia de la 16 bits... Los juegos que incluye
son los clásicos “Sonic The Hedgehog” (no necesita
presentación), “Altered Beast” (arcade basado en la
mitología griega), “Golden Axe” (el beat’em up de edad
media por antonomasia y uno de los primeros en aparecer en Mega
Drive), “Dr. Robotnick’s Mean Bean Machine” (versión no
japonesa del juego de puzzles “Puyo Puyo” con personajes
de Sonic), “Flicky” (primer juego de uno de los
secundarios de universo Sonic) y “Kid Chameleon” (un
plataformas con un total de 103 niveles entre principales y
alternativos).
La
emulación es prácticamente perfecta. Solamente echo en falta una
mejor tapa para las pilas (sorpresa, funciona a pilas) y una batería
para guardar los avances en los juegos. Aunque bueno, los jugones de
la vieja escuela sabemos movernos sin savestates. Como punto a favor
destaco la gran calidad del mando, una reproducción en tonos azules
del mando de la Mega Drive.
Aquí
os dejo con una foto del estado actual de mi unidad (por cierto, no
dejeis las pilas olvidadas si vais a estar mucho tiempo sin jugar que
luego pasa lo que pasa... mejor dicho, lo que ya me ha pasado). He
encontrado un video por youtube.com para que podáis ver cómo se
navega y se emulan los juegos.