Mame es una maravilla. Aparte de
conservar juegos que nunca fueron publicados en consola, este magnífico
emulador de recreativas también lo es de sentimientos. Vuelves a la niñez y
todos tus recuerdos aparecen como por arte de magia. Hoy he encontrado uno de
los juegos de naves que más me han impactado en mi vida. Seguramente no es ni
el más famoso ni se encontrará entre las listas de los históricos del género.
Pero gracias a Google lo he podido al fin disfrutar.
El arcade al que me refiero se
llama “Terra Force” y fue publicado
en 1987 por la compañía Nichibutsu. Forma parte de la colección de juegos “Moon Cresta” (que fue la primera parte,
de 1980) junto a “Terra Cresta”
(1985), “Dangar Ufo Robo” (1986) y “Terra Cresta II” (1992). Si me
preguntáis acerca de su historia… pues no he encontrado nada por Internet y no
creo que tampoco sea necesario un gran guión para disfrutar de una buena dosis
de acción. El caso es que nuestra nave ha sido la elegida para eliminar la
amenaza del imperio extraterrestre de turno y debemos viajar por varios
planetas. Contamos con la ayuda de algunos ítems (Laser, Bomb y Speed) que
mejoran nuestras habilidades de combate y los aliados nos envían de vez en
cuando pequeñas naves que se acoplan a la nuestra para ayudarnos en nuestra
aventura (aunque solo podemos tener dos a la vez).
La particularidad del juego es
que tiene scroll vertical y horizontal. Para que entendáis: cada pantalla tiene
dos rutas, una superior (que es el scroll vertical) y una subterránea (que es
el horizontal). La manera de acceder de la superior a la inferior es con el
lanzamiento de las bombas, que además de ser usadas como armamento, hacen un
cráter en la tierra que sirve de entrada a la zona inferior. Si queremos hacer
el camino opuesto, tan solo con disparar las grandes estalactitas e introducir
la nave volveremos a la pantalla superior.
Respecto a la jugabilidad pues es
la típica en los shoot em up. Aunque es verdad que los enemigos pueden resultar
repetitivos pero la ambientación de los mundos es ideal, siendo gráficamente
delicioso para la época. Eso sí, se hubiera agradecido un poco más de variedad
musical porque solo tenemos una pieza musical para la ruta superior, otra para
la inferior y una más para los enfrentamientos con los jefes finales, pero eran
finales de los 80 y se comprende.