Este
espléndido arcade de 1990 está basado en un personaje creado a
principios del siglo XX por Winsor McCay. Las tiras o historietas se
publicaron en varios periódicos americanos, y tan fue su
popularidad, que disfrutó de un breve “revival” de 1924 a 1927.
El protagonista principal es Nemo, un muchacho que cada noche
persigue llegar a Slumberland, donde el rey Morphus le reclama para
ser el compañero de juegos de la princesa Camille (su hija). A
través del tiempo se publicaron libros recopilatorios con todas sus
aventuras, operas, películas, cortos e incluso la gran adaptación
anime “Little Nemo : Adventures In Slumberland”, que es de
donde surge este arcade de Capcom.
Un
plataformas de toda la vida mezclado con la locura visual de la obra
de McCay. Nos enfrentamos a siete fases repletas de enemigos que no
nos dejarán en paz en ningún momento, y al final de cada una de
ellas un enorme boss. Pero tenemos en nuestro poder un cetro con el
que poder golpearlos y diversos objetos que podremos coger y
lanzarlos con fuerza contra ellos. Además, disponemos de muchos
items que nos facilitarán nuestra tarea para llegar al final del
area y pasar a la siguiente. Durante nuestro camino a Slumberland
también hallaremos cofres con sorpresas en su interior.
Gráficamente
es precioso, con colores vivos y una jugabilidad pulida hasta el
extremo. Ya desde la primera pantalla, que es un viaje en un tren de
juguete, se debe estar atento a la cantidad de enemigos que nos
aparecerán. Y qué decir de los enormes jefes finales de fase : bien
animados, aunque hay alguno de ellos que es complicado de vencer. ¿Se
nota que soy un fan acérrimo del juego? Lo malo es que creo que
sigue siendo inédito en consolas.
Si
que existe un juego para NES llamado “Little Nemo : The Dream
Master”, que no tiene nada que ver con su “hermano mayor”.
En este cartucho Nemo debe recolectar una serie de llaves para poder
acceder al siguiente nivel. A través de sus ocho fases en nuestro
camino hacia Nightmare Land para rescatar al rey Morpheus, nos
encontraremos con varios animales cuyas habilidades nos serán de
utilidad para poder avanzar en el juego. Aquí nuestras armas son
caramelos, que los utilizaremos para adormecer a los malos de turno.
Obviamente es prácticamente difícil condensar la recreativa en un
cartucho, por eso creo que Capcom acertó de lleno al crear un juego
totalmente distinto para la NES. A día de hoy sigue siendo uno de
los títulos mejor valorados por muchos nintenderos de la época.
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