Por
motivos personales he tenido que pasar unas semanas fuera de mi casa
para irme a Salou (Tarragona), donde he veraneado los últimos 25
años. Y aunque fuera de la temporada de Verano la ciudad está
prácticamente desierta, todavía quedaban abiertos algunos comercios
en el pueblo. Pero curiosamente en la zona turística permanecían
como si nada los antaño grandes salones recreativos, ahora llenos de
máquinas tragaperras o de azar. Todo esto me llevó a idear un
artículo con parte de los recreativos que han marcado mi vida.
Lugares donde con 25 o 50 pesetas (100 cuando venían familiares y
daban la paga) todo podía ser posible...
Y
comenzamos el paseo por mis recuerdos allí mismo, en Salou. Esas
maravillosas tardes de Agosto en las que todo el mundo hacía la
siesta y me daban 25 pesetas para ir a los recreativos. El mejor
lugar eran las barracas porque estaban todo el año y había cuatro
salones a elegir. Incluso puedo recordar su situación : uno al lado
del paseo (con zona +18 años), otro en el centro de la feria y dos
más cerca de la playa. Cada uno con arcades diferentes y que no se
repetían nunca. Allí descubrí “The Simpsons”, “Mortal
Kombat”, “Three Wonders”, “Star Gladiator”,
“The Punisher”, “Cadillacs & Dinosaurs”,
“Bucky O’Hare” o las dos entregas de “Teenage
Mutant Ninja Turtles”. Fuera de la zona de las barracas
recuerdo con cariño uno que estaba en la zona del pueblo. Creo que
fue el primer salón de este estilo que pisé. Se encontraba en los
bajos de la calle Mayor que hacen esquina con calle del Mar : allí
pude contemplar clásicos como “Hard Head”, “Toki”,
“Moonwalker” o “Golden Axe”.
Pero
el resto del año también disfrutaba de los arcades, esta vez muy
cerca de casa. La calle Pozas de Bilbao se ha caracterizado siempre
por ser una zona con mucha vida : restaurantes, bares de poteo,
pubs... Se encuentra en el corazón de la ciudad y es conocida por
ser “asediada” los días que hay futbol en San Mamés. Y cómo
no, también había salones recreativos. En concreto me acuerdo de
dos : en uno estaban los chicos mayores y símplemente me dedicaba a
ser el típico mirón. Pero en el otro disfrutaba con “Tetris”,
las tres partes del mítico “Pang” o los últimos
coletazos de una Playchoice-10 de Nintendo (una NES metida en un
arcade en la que una partida equivalía a 3 minutos de juego) donde
elegía entre los éxitos de la compañía el eterno “Super
Mario Bros”.
¿Y
qué decir de la recreativa del bar del barrio? En mi calle había
tres bares y los chicos íbamos de uno a otro viendo cómo jugaban
los “expertos”. Por allí pasaron “Street
Fighter II”,
mi querido “Tumblepop”,
un juego de naves que aún hoy no se cómo se llama o “Robocop”.
Y en el bar que estaba dos calles más arriba flipé con los enormes
gráficos y la potencia de los “100 Mega Shock” de los arcades de
Neo Geo como “Fatal
Fury 2”
o “Neo
Drift Out”.
Para
finalizar, me gustaría recordar una gran sala de arcades que se
encontraba en el Max Center (uno de los primeros parques comerciales
de Bizkaia) y que, ironías de la vida, ahora acoge una franquicia de
las tiendas de videojuegos “Game”. Aquel salón tenía juegazos
como “Mortal Kombat 2” o el increible arcade “Sonic
Blastman”, en el que debías golpear al enemigo dándola al
punching-ball con un par de guantes. Desde luego una propuesta muy
original.
PD
: Ya que éste artículo no comenta ningún juego en particular,
pondré el video de uno de los primeros plataformas que jugué en mi
vida. Su título : “Hard Head”.
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