13 de enero de 2013

Tumblepop / Diet Go Go / Joe & Mac Returns (Arcade)

Algunos juegos son muy entretenidos y adictivos, aunque al principio parezcan infantiles debido a sus gráficos vistosos y coloristas. Como ya sabéis prefiero elegir títulos en los que prime la diversión frente a los gráficos. Que si, a a nadie le amarga un dulce pero... ¿de qué sirve un apartado técnico brillante y perfecto si luego a la hora de jugar no te lo pasas bien?

La simple razón de unir los tres juegos es porque corren bajo el mismo motor de juego, e incluso comparten el mismo jefe final. En realidad, Data East solía poner al doctor De Playne como antagonista en algunos juegos, como por ejemplo “Spin Masters”.

En 1991 la compañía publica “Tumblepop”, basado en la jugabilidad de arcades como “Snow Bros”, en donde armados con una aspiradora tenemos que viajar a varias partes del mundo con la misión de limpiar de enemigos cada zona que visitemos. Una vez que los aspiremos debemos lanzarlos o de lo contrario romperán la bolsa del aspirador y nos matarán. Al deslizar los enemigos expulsados por ciertas zonas del escenario, aparecerán items como zapatillas, un “pow” (que hace que aspiremos más fuerte) o las letras de la palabra Tumblepop. Al completar el nombre del juego accedemos a una pantalla Bonus en donde podremos subir nuestro marcador de puntos y conseguir vidas extra. En la última pantalla de cada mundo nos enfrentamos a los temidos “monstruos” : un pulpo gigante, un genio de la lámpara, un robot que lanza manos, un payaso montado en globos o una planta carnívora de dos cabezas. La pena es que la única conversión doméstica fue a parar a la Game Boy y es un cartucho que no tiene nada que ver con el arcade.

En 1992, nuestro querido doctor pretende que no nos alimentemos bien y abusemos de la comida basura. Pero para evitarlo tenemos a un chico y una chica que nos harán correr y sudar mientras eliminamos muñecos de jengibre, gelatinas, pasteles andantes o pingüinos. Con el mismo esquema jugable, “Diet Go Go” es quizás más completo que “Tumblepop”. Los personajes tienen más animaciones, más colorido, el control es casi perfecto y hay aún más comicidad. Aquí, en vez de aspirar, lanzamos manzanas a los enemigos y ellos engordan y flotan... para ser luego lanzados a toda velocidad. Como en el anterior también hay items que nos facilitan la tarea. Pero ojo, hay alguno que nos hace engordar a nosotros, con lo que se ralentizan nuestras acciones y quedamos expuestos a merced de los enemigos. En este caso los bonus se logran cogiendo monedas, que accionan una especie de maquina tragaperras situada en la parte superior de la pantalla. Dependiendo de la combinación de imágenes que salgan tendremos suerte... o no. ¿Jefes finales? Un vampiro, un dragón de hielo, una olla con patas, un fantasma, la reina mala de los cuentos...

Y llegamos a 1994, donde nos encontramos más de lo mismo pero con otro envoltorio. Ésta vez hablamos de la continuación arcade de “Joe & Mac / Caveman Ninja” (no confundir con el cartucho de Super Nintendo “Joe & Mac 2”, totalmente distinto a éste). El método para acabar con los enemigos es parecido al visto en “Tumblepop”. Con nuestro garrote dejamos en pajaritos a nuestros oponentes, momento que aprovechamos para meterlos en nuestro saco y luego expulsarlos. Aquí los items nos los dan las chicas a las que rescatemos (estarán en el escenario o aparecerán al lanzar los enemigos por ciertas zonas). Hay algunos auto-homenajes que Data East se regala : además de los extraterrestres y trogloditas del propio “Tumblepop”, tenemos a Mizoguchi (“Fighter’s History”) y a Karnov (“Karnov” y “Karnov’s Revenge”) andando entre los mundos finales y como “monstruos” hay una variada selección de dinosaurios. En este caso el humor es zafio y machista como en "Caveman Ninja" y las imágenes que amenizan el juego entre pantallas no me hacen ninguna gracia personalmente. 

Y aquí acaba esta singular “trilogía” de juegos. Aunque no tienen historia ni falta que le hacen : las risas están garantizadas a cualquier hora. Arcades divertidos y coloridos en los que lo único que importa es la jugabilidad. 



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