Hablar
de Poison es hablar de una curiosa historia. En su día la comenté
en la entrada titulada “Curiosidades videojueguiles” y su
protagonista es una de mis anti-heroínas favoritas del mundillo
consolero. Su nacimiento fue en 1989, cuando Capcom lanzó la primera
entrega en arcade de su famosa saga beat’em up “Final Fight”.
Aunque no era más que la típica enemiga que va apareciendo a lo
largo del juego, con el paso de los años se ha convertido en un
personaje muy querido por los fans.
Su
vestimenta llama mucho la atención : un pequeño top blanco que
realza su generoso busto, un minúsculo short vaquero que tapa lo
justo (del cual cuelgan unas esposas), una gorra de policía,
muñequeras y zapatos de tacón rojos. Suele luchar sin armas, aunque
en algunos juegos ha sido vista con un látigo (“Final Fight
Revenge”) o más recientemente con una fusta (“Street
Fighter IV” y “Street Fighter X Tekken”).
Su
historia personal es trágica : nacida en Los Angeles y abandonada
por sus padres, creció en un orfanato donde la violencia era el pan
nuestro de cada día. Poison fue maltratada por sus compañeros pero
gracias a su amiga Roxy (aunque podría ser su hermana gemela porque
en “Final Fight” son iguales pero con distinta paleta de
colores) aprende a luchar y a enfrentarse a quien se le ponga por
delante. Una vez cumplida la mayoría de edad, ambas se integran en una
banda criminal llamada Mad Gear para conseguir dinero fácil. Cuando
el alcalde de Metro City se convierte en una amenaza la banda
secuestra a su hija Jessica pero no contaban con que Mike Haggar y
sus amigos Cody y Guy liquidarían la organización enfrentándose a
los esbirros del jefe Belger. Al reorganizar Mad Gear Poison decide
no volver, mientras nace en ella un amor imposible con Cody. Es
entonces cuando se encuentra con Hugo Andore, otro ex-miembro de la
banda, y se convierte en su manager consiguiendo que se proclame
campeón de lucha libre.
¿Y
dónde está la polémica en todo el asunto? Pues que aunque su
creador (Akira Yasuda) la concibió con una mujer, en U.S.A. es
considerada una transexual. Al llegar el arcade “Final Fight”
a aquellas tierras Capcom tuvo miedo de que las asociaciones
feministas se echaran las manos a la cabeza por ver un juego en el
que se pegaba a mujeres. Entonces Akira tuvo que mentir diciendo que
las chicas eran transexuales (que digo yo que apalear a transexuales
tampoco está muy bien que digamos). La historia se repitió al
llegar el port americano del juego para la Super Nintendo, aunque en
esta ocasión la mentira no coló y Poison y Roxy cedieron su sitio a
los punkies Billy y Sid. En la versión de Mega CD en cambio, la
censura se limitó a alargar los pantalones y sumar tela al top de
las chicas.
A
día de hoy el género real de Poison es una incognita. La propia
Capcom no ha aclarado el asunto y creo que nunca dará una versión
oficial, ya que todo este revuelo genera misterio y le ayuda a crear
debate entre los gamers. Incluso al propio Yasuda le gusta la idea ya
que puede ver las diferentes reacciones del público tanto si Poison
es mujer o transexual. En realidad lo importante es que en un
personaje con una personalidad propia y que se ha ganado un sitio en
el corazón de los jugones.