Cada
cierto tiempo aparece un juego revolucionario, que hace aparecer una
serie de títulos con la misma mecánica y que es copiado con leves
diferencias hasta el extremo. Tenemos como ejemplo “Pac-Man”,
“Super Mario Bros”, “Tetris” o el mismísimo
“Street Fighter 2” : cientos de clones sin
cesar para todo tipo de consolas y ordenadores.
“Breakout”
apareció en los arcades en 1976 y Atari lo adaptó para los hogares
dos años más tarde. Era una versión vertical del mítico “Pong”
para ser jugado por una sola persona y se convirtió en un éxito
inmediato. Se publicaron diversos clones como “Woody Pop”
de Sega para Master System (con un controlador exclusivo) y Game Gear
o “Crackout” de Konami para la NES. Pero el que ha
perdurado en el tiempo y que todavía hoy sigue en activo es la saga
“Arkanoid” de Taito.
Se
que “Alleway” (1989) no es más que un clon portátil de
“Breakout” pero es que éste fue unos de mis primeros
cartuchos del ladrillo de pantalla gris de Nintendo. Concretamente
venía en un multijuego (junto a “Battle City”, “Tennis”,
“Othello” y otros más) que un familiar me trajo de las
Islas Canarias como regalo. Incluso diré que me pareció genial la
manera de cambiar de título : en vez de tener un menú con el
listado tenías que pulsar un pequeño botón blanco situado en la
carcasa del cartucho que hacía pasar al siguiente juego
automáticamente.
Nuestra
misión es ayudar a Mario a destuir los bloques situados en la parte
alta de la pantalla lanzando una bola y rebotándola en la nave que
controla. En total son 24 niveles más los bonus (basados en
personajes del universo Mario y que aparecerán cada tres pantallas).
Al llegar al final de la última pantalla se nos dará las gracias y
nos enviarán al nivel 1, volviendo al principio de nuevo. Muchas de
estas características y parte del código del juego serían
aprovechadas por el equipo de desarrollo para lanzar otro clon más
bajo la licencia de Kirby llamado
“Kirby's
Block Ball
“. Respecto al sonido... disponemos de la melodía de la intro,
otra al presentar y al acabar cada fase y en los bonus. Durante el
resto del juego tan sólo escucharemos los rebotes de la bola y la
destrucción de los bloques.
Ya
sabéis que para mi la diversión prima por encima de los gráficos,
ante todo quiero pasar un buen rato. Y esto nos lo ofrece “Alleway”,
aunque es verdad que al rato de estar jugando parece que todas las
pantallas son iguales. Quizá si se hubiera introducido algún gran
boss o algo por el estilo, la mecánica hubiera resultado menos
repetitiva.
PD : Por cierto, no os volvais locos que el longplay dura ¡¡¡casi hora y media!!!
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